La clave para mantener un nivel adecuado de hierro es obtener la cantidad correcta a través de una dieta bien equilibrada, y si es necesario, a través de una suplementación racional, porque nuestro cuerpo no es capaz de producirlo por sí solo. Sin embargo, este valioso microelemento se puede almacenar en los hepatocitos (células hepáticas), los músculos y la médula ósea. 1,2

El hierro es un micronutriente de una absorción muy baja (la absorción media de hierro es de aprox. 10% de la cantidad proporcionada con la dieta). Hay dos tipos de hierro suministrado con los alimentos:

  • hierro hemo – el de origen animal, contenido principalmente en huevos, carne (carne de vacuno, ternera) y pescado,
  • hierro no hemo – el de origen vegetal, contenido por ejemplo en semillas de legumbres y verduras de hoja1, 2

El hierro hemo es más fácil de absorber que el hierro no hemo. Una dieta bien equilibrada debe proporcionar a los seres humanos 10-15 mg de hierro hemo y no hemo, de los cuales aproximadamente el 10% se absorbe en la sangre. La tasa de absorción de hierro hemo alcanza cerca de un 22%, mientras que la del no hemo sólo alcanza un 2-5%. 1, 2

1.Artym J. „La participación de la lactoferrina en el metabolismo del hierro en el cuerpo. Parte I. Efecto de la lactoferrina sobre la absorción, transporte y almacenamiento de hierro. Postępy Hig Med Dośw. (en línea), 2008; 62: 599–611.

2.Lieu P.T. et al. "El papel del hierro en la salud y la enfermedad". Mol Aspects Med. 22 de febrero-abril de 2001 (1–2): 1–87.